Tal es la potencia y amplitud de la suite de herramientas de productividad de Office 365, que a veces podemos llegar a pensar que hay solapamientos entre ellas, en cuanto a las ocasiones, usos y buenas prácticas de su aprovechamiento.
La cuestión es, si cabe más compleja, cuando tratamos de ubicar Yammer...
pero nosotros queríamos explicarlo considerando dos dimensiones:
- urgencia de la comunicación/colaboración y
- tamaño de la audiencia involucrada
El modelo que se obtiene sería el de la figura:
donde nos gusta destacar que hay soluciones colaborativas muy ágiles y de rapidísimo ROI como la combinación de bibliotecas de documentos sobre SharePoint con OneDrive, para grupos de trabajo o departamentos, pero que deben crecer y enriquecerse funcionalmente (incluyendo procesos, perfiles, taxonomías, búsquedas, etc.) cuando hablamos de entornos más extendidos a nivel de compañía.
En este modelo Yammer no parece solaparse, pero cuando queremos hablar y discutir al rededor de documentos, quizás el solapamiento Yammer versus SharePoint puede ser más confuso.
Si nos vamos a comunicaciones más puras y deterministas, Outlook y Lync (e incluso el teléfono) son las herramientas clave. Solo cuando una conversación no requiere de tiempo real o de ese determinismo, cabe pensar que se puede llevar por Yammer.
Si nos vamos a la mancha de Yammer en la suite de Office 365, sin duda su valor se encuentra focalizado en conversaciones grupales o de compañía, donde no prima el determinismo, ni la urgencia y ni el foco sobre documentos, sino donde el foco está en las ideas, lo social, la conversación e incluso la sensibilidad personal (refiriéndome a los praise, los like, la facilidad de respuesta, etc.).
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